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Mostrando entradas de julio, 2014

Promesas

Reflexiono sobre la felicidad y el camino que me trajo hasta ella. Camino bifurcado en el que tomar decisiones que marcarían el resto del camino para como Heraclito dijo, no volver a transitar nunca por el mismo sitio dos veces. He hecho muchas promesas banales que no siempre cumplí ,pero realicé dos, una a mi madre y otra a mi padre que sí he cumplido, aunque ninguno ha podido ver cumplida la suya. Estas dos promesas me han convertido en un hombre feliz y pleno. No sé si hubiera podido llegar a este lugar por otro camino, sin vivir tanto sufrimiento; quizá hubiera tenido que vivir otros infiernos. Son disquisiciones inútiles ,porque soy lo que soy y estoy donde estoy por todo lo anteriormente vivido. Ya he aprendido a vivir con su soledad, y me divierto viendo jugar a mi alrededor a las que heredarán mis sueños e ilusiones . Pienso en todo esto, en las promesas cumplidas, con un ruido rítmico de fondo, que va y viene, viene y va, con el olor a salitre y la humedad impregnando mi piel.

Cuarenta y cinco

Cuarenta y cinco veces ha pasado la Tierra por este punto del Universo desde que yo habito en el mundo. Cuarenta y cinco julios que me han traido hasta aquí. Cuarenta y cinco años de vida vivida pensando que quizá no habrá un mañana que vivir. Una noche de verano, calurosa como hoy, una mujer arriesgó su vida, como tantas otras madres, para que su hijo comenzara a llorar, y convertirse así en la mujer más feliz del mundo. Mil mujeres me trajeron al mundo, de vida en vida, de beso en beso, de hija en hija. Media vida de la ya vivida la pasé a su lado, junto a mi padre y mi hermana. Una infancia feliz, una adolescencia dura, y una juventud en el infierno. Mi vida marcada pronto por la muerte, y la propia vida que me empujaba a vivir , lanzado al vacío sin sus alas, para caer en los brazos de aquella que me acompaña desde entonces en esta aventura !Qué bella es la vida! No querría morirme nunca. Abro los brazos, los ojos, la boca, y me dejo traspasar por el viento que me trae los ar

Un mes apasionante

Un día de junio, le propuse a Pablo asistir a la presentación de la candidatura de un compañero que me transmitía muy buenas sensaciones. Se trata de Pérez Tapias, le dije; es el decano de la Facultad de Filosofía de Granada y forma parte de Izquierda Socialista, no sé nada más de él. Llevo tiempo buscando mi espacio político; decepcionado muchas veces por el que es mi partido por ideología y fundamentos, no encontraba el acomodo definitivo en otras formaciones del espectro de la izquierda; ni siquiera la irrupción de nuevas opciones crecientes como la espuma lograba llenar mi espíritu socialista de ilusión. Y lo tenía en casa, en la habitación de al lado, tan cerca de mí, y tan desconocida hasta ahora Aquel domingo, tomando un café en La Central antes de ir a la presentación,  entró él, acompañado sólo de un periodista; a los pocos minutos entraron también Beatriz Talegón y quien supimos después que era Vicent Garcés. Al terminar , nos acercamos y le dijimos una frase que le hemos

La ilusión

Puede que mañana no gane Pérez Tapias.  O puede que sí.  En cualquier caso se ha conseguido articular una muy seria alternativa de izquierdas a las políticas seguidistas del neoliberalismo que hasta ahora han imperado. En cualquiera caso se ha conseguido instaurar un debate sobre la devolución del Partido y sus mecanismos de poder a los militantes. Y en cualquier caso , me ha devuelto el orgullo de pertenecer a la familia socialista y la ilusión por oarticipar en un proyecto transformador y emancipador de los ciudadanos/as. Mañana puede que Pérez Tapias no gane ; o puede que sí.  Mi corazón lo ha ganado para siempre.  Gracias compañero.

Tapias para derribar muros

La desafección de la ciudadanía hacia nuestro partido cada vez es mayor ; el declive electoral va en aumento, y la percepción de que el partido sea la solución a los problemas de muchas personas casi nula. El PSOE está dejando de ser la herramienta transformadora de la Sociedad que muchos ciudadanos y ciudadanas demandan. Se han levantado muros que nos separan de la realidad cotidiana, dura, descorazonadora de aquellos que ya nada tienen. Nos encerramos tras esos muros para debatir sobre galgos y podencos, mientras hombres y mujeres desesperanzados miran a otras formaciones, unas nuevas, otras emergentes, que ocupan nuestro espacio político natural. El partido se ha convertido en el tonto útil de la derecha y ahora también de la izquierda, que han conseguido dejarnos en el limbo de la inconcreción, buscando votos en el inexistente edén llamado centro, abandonando no ya a nuestros votantes, sino a las capas más débiles y desfavorecidas. Buscamos votos y nos olvidamos de nuestra vocac