Si eres un niño, o si sientes la ilusión como un niño, o si vives la vida como un niño, esta es la noche más hermosa, más mágica, más feliz del año. Siempre. Por que hubo otro tiempo, otro lugar, en el que , ni en el peor de los años posibles, faltó nunca un regalo, por humilde que fuera, por sencillo que pareciera. Nunca me faltaron regalos, aunque solo fuera un libro, o un disco de esos que había de vinilo. Siempre tuve un caballo Furia esperando en Martín de los Heros, o mi primer Trivial en Lista. Llegaron momentos en los que la Navidad era un tiempo de negrura añadida, de felicidad ajena, de alegría foránea que no podíamos compartir. Pero siempre nos quedaba esta noche. Esta noche, que vuelve a ser mágica porque dos pequeñas mujeres, me devuelven al País de Nunca Jamás, me devuelven al mundo de la ilusión por lo imposible, por lo inexplicable. Me devuelven el sueño de abrir una puerta , y con ojos desorbitados, y risa nerviosa abrir regalos en un confuso ritual de éxtasis. L